martes, 30 de abril de 2013

春节 o Año Nuevo Chino.



Miércoles 1° de mayo del 2013.

Este artículo léase con la siguiente canción para mayor placer al lector: "La Primavera"-autor Manu Chao.

El siguiente evento importante al viaje a Beijing fue el Año Nuevo Lunar (conocido como "chino", aunque en realidad en todo el sudeste asiático se celebra) o Festival de la Primavera (春节 Chunjie). El 10 de febrero, fecha en que cayó este año, comenzó el año de la serpiente (she).


Mi experiencia durante la celebración más importante en el calendario chino es la siguiente: 

En la semana previa y posterior a la gran fecha, China entera se paraliza. No hay nada abierto a excepción de grandes tiendas (tipo supermercado), por lo que quisieran venir en año nuevo lunar, Van a ver muchas maravillas visuales, pero nada para comprar, aunado a que es extremadamente difícil moverse (léase encontrar boletos de avión, camión y tren. Leí que durante esta temporada se da la mayor migración humana en el planeta, ¡solo en China!)

Nos tuvimos que preparar para la escases comprando víveres y demás cosas que podríamos necesitar en estos tiempos caóticos. ¡De plano nada abre! Tienes hambre y quieres salir, no hay fondas abiertas (小吃Xiaochi), quieres antrear y todo está bien aburrido porque ¡nadie se quedó en la ciudad!


Por lo menos en la cultura china (quizás también en las demás del sudeste asiático) lo que se celebra en esta fecha es la llegada de la primavera. Bueno, pues que no los engañen porque ¡no es cierto! ¡Hace un frío de la c#&%$! Todavía a estas fechas, se puede sentir bastante frío (¿recuerdan que les dije que escucharán a Manu Chao? Bueno, "nos engañaron con la primavera").

De las tradiciones que me he enterado por vista se encuentran las siguientes: queman papeles en forma de dinero, ropa, casa, carros, etcétera debido a que creen que los muertos siguen necesitando de este tipo de cosas materiales para hacer mejor su estancia en el otro mundo (¿?), el primer día de las celebraciones las familias se reúnen para preparar la comida (en la mayoría de las casas lo tradicional son los 饺子 jiaozi o conocidos comúnmente como dumplings) y tronar cohetes. Desde luego que nosotros no dejamos pasar la oportunidad de comprar y tronarlos nosotros mismos.


Son dos o tres días de un continuo sonido de explosión, ¡no para! por lo que los días subsecuentes el cielo es una capa gruesa y espesa de color gris que no te deja ver después de 50 metros. 

También durante estas fechas conocimos a una buena amiga de Bolivia que radica en 重庆 (Chongqing), que después habrá una historia sobre ello, pero hace falta mucho para llegar ahí.

¿Y ustedes que hicieron para el Año Nuevo Chino?

domingo, 28 de abril de 2013

Viaje a 平遥 y 北京。Pt. 2



Lunes 29 de abril del 2013.
Después de pasear  y tener una dosis de la China antigua, el siguiente punto era la capital. No sé qué piensen las personas que hayan tenido la oportunidad de estar en Beijing y en México D. F., pero en lo particular pienso que son muy similares. Es cierto que la Ciudad de México es mucho más grande y por ende concentra más gente (6000/km cuadrado a comparación de Beijing con 1200 personas por km cuadrado), pero es en la movilidad de la ciudad en lo que se me hizo muy parecido. 

Líneas sin fin del metro, colas de gente, el centro siempre lleno (天安门Tian'an Men), comercios en todos lados, puestos de comida... En fin. La mayor parte de nuestro tiempo la concentramos en el centro de la ciudad y los templos más conocidos de Beijing: 天松(Tian Song o Templo del Cielo), 雍和宫(Yonghegong o Templo Lama, 颐和园(Yiheyuan o el Palacio de Verano ¡ahí pudimos caminar sobre un lago congelado!),  entre otros. 


No perdimos la oportunidad de ir al Cubo de Agua y al Nido del Pájaro, hay muchos vendedores en la zona que aún quieren venderte souvenirs ¡de hace 5 años! Lo peor de todo es que te quieren cobrar más de 20 kuais ¡por pieza! Lo que hice fue decirles, en chino, que eso ya había sido y que si querían que se los comprara, les daba un kuai. No cayeron, pero nos reímos.


Siendo la capital de China, Beijing es un lugar muy chino. Es una ciudad china. Me explico: Mientras que Chongqing, Shanghai y probablemente otras ciudades grandes fueron hechas a semejanza de las grandes urbes del mundo, Beijing es una ciudad a lo chino. La estructura, las calles, la arquitectura. es China.


Eso aunado a que ahí se concentra el poder político del país. Sientes como el paso del tiempo es más lento que en otros lugares, percibes una energía que conglomera modernidad y una China que no ha desaparecido. Una China que intentó derribar sus costumbres ancestrales durante la década de los sesenta y no lo consiguió y la apertura a un mundo llenó de excesos derivados del dinero.
En otro tema, el ir a Beijing también significa ir a la Gran Muralla. Nosotros supimos que hay 3 lugares cercanos a Beijing a donde se puede ir, la más conocido es 八达岭 (Badaling), 慕田峪 (Mutianyu) y 金山岭(Jinshanling). La primera es la opción menos recomendable debido a que siempre hay mucha gente, está muy restaurada, la menos demandante físicamente y la que tiene menos vistas. Nosotros decidimos ir a Mutianyu que recién fue restaurada, hay menos gente y no necesitas de mucho esfuerzo.


 Hay muchas cosas que decir sobre la gran muralla, muchos pensamientos. El primero que recuerdo es preguntarme ¡¿qué tanto miedo debieron tener los chinos de las invasiones mongolas para construir una muralla de tal tamaño encima de una montaña?! Segundo: todos conocemos y hemos visto imágenes de la muralla en verano, todo verde y un sol espectacular. Pero pocos tienen la oportunidad de verla con nieve. No tiene idea de la imagen. Estar encima de la muralla, ver las montañas, la ciudad, mientras platicas con tus amigos y comes un tentempié. Pocos muchachos, pocos. 


En Beijing pude también probar comida de 乌鲁木齐 (Urumqi, capital de la región autónoma de 新疆Xinjiang) y el famoso pato laqueado pekinés (que en realidad no me pareció tan rico).
Ricardo y yo fuimos a la embajada mexicana y Xabier a la uruguaya. Nos entrevistamos con el encargado cultural, dimos nuestras impresiones sobre nuestra estancia, la beca, la convocatoria y nos fuimos, fue muy breve. Xabier logró conseguir dos remeras del Uruguay para regalar, yo sé que al final nos las va a dar a nosotros, solo tenemos que ser pacientes. 


En Beijing dijimos adiós a la pareja rumana-australiano y nos dirigimos al aeropuerto de Beijing para emprender el regreso a la gélida, gris y sucia Xi´an.

¡Saludos desde 西安!

sábado, 27 de abril de 2013

Viaje a 平遥 y 北京。Pt. 1



Sábado 27 de abril del 2013.
Para David Rubio.

Hola chicuelos, he estado demasiado ausente pero por fin encontré la suficiente inspiración para escribir algo.
Si mi memoria no es mala, no les he contado nuestro viaje por 平遥(Pingyao) y 北京(Beijing).
Todo empezó cuando nos enteramos que tendríamos dos meses de vacaciones en invierno, así es ¡dos meses! Entonces decidimos irnos a la capital y mi querido amigo Xabier sugirió que fuéramos de paso a Pingyao. En un principio, mi amigo Chuck iba a pasar a visitarme debido a la cercanía, él estaba estudiando en ese tiempo en Corea del Sur y quedamos en pasar año nuevo juntos en China, casual ¿no?

Por contratiempos y mala información de nuestra querida embajada en Seúl (raro que las embajadas anden atolondradas...) no se pudo concretar el encuentro; aun así nuestro viaje seguía en pie.

Esta vez solo estábamos en la lista 3 para hacer el viaje: Xabier, Ricardo y yo. La manera más conveniente para viajar dentro de China es el tren. En una noche entera puedes estar en Beijing saliendo desde mi querida e infame Xi´an. Los boletos de tren siempre se tiene que comprar con 10 días de anticipación (y recalco el siempre, si ustedes algún día vienen y quieren viajar en tren recuerden mi consejo: 10 días antes), esto debido a que precisamente son 10 días en los que los boletos están a la venta y si los compras el mismo día que salen a la venta conseguirás lo que quieres, de lo contrario puede que te lleves una mala pasada (¿recuerdan lo que nos pasó en Cheng Du?).

Precisamente los 10 días de anticipación de nuestro viaje caía en  1° de enero. Ustedes creerán que no debería de haber problema mayúsculo, quizás que nos encontremos que pocos puntos de venta estén abierto por eso de ser año nuevo. Pues no, nuestro mayor problema fue que parrandeamos el 31, hacía un frío de la tostada y no habíamos dormido nada. Pues ahí nos ven: caminando hacia la ventanilla de boletos más cercana a nuestra universidad a las 8 A. M. (aproximadamente unos 10 minutos caminando), chupando frío a lo buey, maldiciendo todo lo que veíamos y exhaustos. 


Como los grandes héroes de las tragicomedias, salimos avante y llegamos a nuestro destino solo para descubrir, dolorosamente, que la venta de los boletos de nuestro destino empezaría a las 10:30... No les puedo describir nuestro sentimiento de frustración y decepción.  Por lo tanto, nos tuvimos que ir a un puesto de comida rápida llamada Subway para esperar dos horas y comer algo.
Seguíamos maldiciendo la vida por nuestro infortunio, comimos, intentamos salir de nuestro deplorable estado sin conseguirlo y finalmente compramos los boletos.

Al mismo tiempo que haríamos este viaje, varios amigos se regresaban a casa o continuaban su viaje hacia otros lares. Fue el caso de dos personas: una amiga de Polonia que iba a Alemania a hacer sus prácticas en BMW y la otra era la pareja rumana-australiano que iban a Australia a seguir estudiando. De la primera persona me despedí antes de hacer el viaje a Beijing y los otros dos fue en Beijing.

Todavía en Xi´an pasamos el cumpleaños de Xabier, 10 de enero y ese mismo día partimos hacia Pingyao (aproximadamente 11 horas de aquí). Debo decir que yo estaba "volando" en fiebre, ese mismo día me atacó una gripa muy fuerte. Así que creo que puedo agregar una cosas más que he hecho en este fantástico país: ir en tren con fiebre. No fue la mejor de mis noches, me levantaba cada hora a beber algo de agua e ir al baño. Llegamos a las 5 de la mañana a Pingyao.


Ahora ustedes se preguntarán: ¿qué diantres hay en Pingyao? Bueno, les ahorro un poco la ida a Wikipedia diciéndoles que esta ciudad (¿pueblo?) ancestral es la mejor conservada en toda China (y probablemente del mundo). Es un pequeño pedazo de 2700 años de historia famosa por ser el centro financiero de la dinastía (Qing). El centro de la ciudad es como ver películas (que no recuerdo ahora alguna), los techos, los comercios, las torres de vigilancia, los muebles te remiten a ese tipo de escenas (aunque debería ser al revés, las películas te deberían remitir a Pingyao); sin embargo no fue del todo placentero estar allá. La razón es que es lo mismo por todos lados y hacía un frío seco del demonio. 

Tienes la posibilidad de comprar un boleto de museo que es válido por dos días para visitar toda la ciudad, pero si entras a una sola casa ya conociste todo lo demás. Muchos de ustedes dirán que no importa, lo importante fue estar ahí y quizás tengan razón, pero no se puede todo en la vida muchachos.

Nosotros sabíamos que el frío sería un factor muy importante, yo aún tenía gripa y el primer día en Pingyao me tuve que resguardar en el cuarto de hostal para poder seguir los días siguientes. Y si no mal recuerdo, la máxima era -1 y la mínima -15 y para hacerlo un poco más dramático: viento.
Aquí en Pingyao tuve la oportunidad de comprarme un tipo de calzado chino antiguo, que es hecho de lana especialmente para el frío, son muy cómodas, baratas y sí te hacen el paro. También tuvimos la oportunidad de comprar carne de burro. Eran rebanadas estilo roast beef y no son nada del otro mundo. Compré muchas cosas en Pingyao sobre todo adornos que tengo colgados en  mi cuarto.

Hasta aquí la primera parte del viaje.