jueves, 4 de octubre de 2012

Es una pesadilla viajar en China (si no sabes como hacerlo)


 Jueves 4 de Octubre.

Vinieron las primeras vacaciones en China y desde luego que era momento de aprovechar para conocer el país en otros lares. Ese fue nuestro primer error. Nosotros no previmos absolutamente nada de lo que nos paso en este viaje de 5 días. Absolutamente fue una aventura al chile.
Resulta que cuando los chinos tienen vacaciones les da por regresar a sus pueblos y no solo eso, sino que es casi una cuarta parte la que se mueve! 300 millones de personas moviéndose en una semana (según datos de Arina) y nosotros fuimos parte de esa gran masa. El problema con que se mueva tanta gente repercute en los costos de los hostales, disponibilidad, la escasez de boletos de tren y la gran cantidad de gente que hay en los lugares turísticos. Y a decir de varios vecinos míos, 成都 es la peor ciudad para viajar en vacaciones chinas (horas después de haber comprado nuestros boletos de tren).

Eso nos pego a nosotros primero en que nuestros boletos de tren eran solo para asiento duro (tipo autobús, pero son pegados, para 3 personas o 2 con una mesita como área común) para un viaje de duración estimada de 15 horas. Para que no suceda lo que nos sucedió, tienes que comprar tus boletos de tren 10 días antes de tu fecha de partida.
El viaje de ida estuvo pesado, pero fue de día, por lo que platicamos entre todos, dormimos poco, nos la pasamos en el desmadre, sobre todo con un niño chino que estaba detrás nuestro (foto de la anterior entrada) y la pasamos bomba; sin embargo, ya sabíamos lo que pasaría en el viaje de regreso tras todo el recorrido y cansancio que traeríamos. El tren no es lujoso, no es cómodo, no es recomendable ir al baño, ni comer (porque es caro) y mucho menos recomiendo ir en asiento duro si tu viaje es de más de dos horas.
Llegamos a las 22:00 del sábado a 成都, al salir tuvimos dificultades en encontrar un transporte que nos llevara a nuestro primer hostal, al llegar solo 4 salimos a cenar, la comida Sichuanesa (四川, provincia cuya capital es 成都) es muy cargada de condimentos picosos, pero no es picor como el nuestro en México, este picor te duerme la lengua y el sentido del gusto, pero a mí me gusto.

Al día siguiente nos lanzamos a conocer la ciudad, fuimos al 人民公园, que es el parque del pueblo, donde es como un Chapultepec asiático. Y ese día era 30 de septiembre, se celebraba 中秋节(festival de medio otoño), lo poco que se es que es una festividad que celebra la cosecha. En fin, el parque lo recorrimos todo y después pasamos a un monasterio taoísta de青羊宫(Qingyang gong). En la tarde noche 4 de nosotros tuvimos que cambiar de locación debido a que el hostal ya había adquirido reservaciones y solo podía albergar a dos, así que nos fuimos a casa de un noruego llamado B. El lugar era inmenso (para los estándares chinos), un departamento bastante cómodo en el que iniciamos la noche con platicas, tequila Camino (el que exportan de nuestro país al mundo, que pena por cierto...) y acabamos saliendo a 5 antros de la ciudad, en frente unos a otros. El cambio de lo que nosotros conocemos a lo que los asiáticos hacen es demasiado.
Me fue muy extraño entrar y lo primero que vi fue a un tipo cantando en forma de karaoke, prendiendo y bailando la porquería mundial coreana del gangman style... Recuerdo haber reído tanto al entrar, que varios me veían con cara de: "a este que le pasa"?
Las chicas en 成都 por ahora se llevan las ovaciones de China, es un paraíso estar en esa ciudad, si es que tus gustos tienden a los ojos rasgados. De ahí en fuera, música a veces conocido, a veces no, hablas mucho, en realidad no conocí a nadie, pero platique con varios. Hay un cambio muy importante en las personas entre 西安y 成都, las la segunda son mucho mas cálidas, por lo general hablan más ingles que los xianeses y el acento cambia. Ya cuando nos íbamos acostumbrando a la forma de hablar de nuestro lugar de residencia se nos ocurre a ir a un lugar donde simplemente no pronuncian una letra y eso nos parte el oído a todos. 

El día siguiente nos esperaba el verdadero reto del viaje: 峨眉山(montaña Emei). Lo especial de esta montaña radica en que en la cima hay un monje budista, uno de los más importantes de toda China. Las peregrinaciones de personas se cuentan por millones y simplemente lo que uno puede ver ahí es maravilloso... Según las fotos que vimos. Pero vayamos paso por paso. 峨眉 se encuentra a unas dos horas aproximadamente de 成都, al llegar al pueblo, notamos que nos faltaba camino para arribar al pie de la montaña, estuvimos deambulando un rato acechado por los chinos que nos hablaban de taxis y llegar a la base de la montaña, hasta que llego nuestra salvación: una pareja de chinos estudiantes que se dispusieron a ir juntos por lo menos a la base de la montana. Primero fuimos a comer a un restaurante, los invitamos en agradecimiento de que nos ayudaron y llegamos juntos al pie de la montaña.

Ahí nos separamos ya que ellos iban a escalar la montaña a pie y nosotros no teníamos el tiempo ni las ganas para hacerlo. Según se rumora, para llegar a la cima caminando te tardas de 2 a 3 días, y en vehículo solo un par de horas, como ya era de noche solo hicimos una parte del recorrido en un autobús hasta menos de la mitad de la montaña, rentamos un cuarto para "descansar un rato". Eso fue algo que no hicimos, nos fuimos en vela a las 3 de la mañana para subir el resto de la montaña en camión, fueron aproximadamente 2 horas y nos dijeron que sería una hora más a pie. Lo hicimos; sin embargo, tienes que subir un teleférico que recorre 1000 metros hacia arriba y ahí tienes que subir más! Falta decir que estuve a punto de morir por la falta de comida y sueño. El clima estaba malo, lluvioso y mucha neblina, por lo que casi no se veía a la distancia mucho. En realidad se veía nada.
Pero el punto era entrar a los monasterios, ver los altares, la gente rezando, las vibras que se percibe son muy grandes. Como el 12 de diciembre. Hay una estatua gigante de Buda y... no puedo describir mas.  Pocas cosas son comparables con lo que vi. 
Resultado de las malas experiencias inmediatas el viaje a la montaña se convirtió en un martirio para todos. Una lástima. Al regreso tuvimos que encontrar la manera de regresar a 成都, por lo que nos topamos con otra estudiante china dispuesta a ayudarnos así que prácticamente hicimos nuestro viaje de regreso con ella. Hable mucha parte del camino con ella, como no sabía ingles tuve que utilizar todos mis recursos para usar el chino. Y eso es lo bueno de estos viajes: estas obligado a usar chino, si o si. 
De regreso en 成都 teníamos reservación para ese día en un hostal caro, pero MUY bueno. después de nuestros recorridos fue una bendición caer en ese lugar. Y así fue como entramos al ultimo día en aquella ciudad. La primera razón para ir ahí fue ver a los pandas, ir a la reserva. Jamás fuimos... En lugar de eso acabamos en el zoológico de 10 veces menor calidad que el de Chapultepec, pero vi a un panda. Un panda en China. 3 de los que fuimos ya habíamos visto uno: Ricardo y yo en México y Xabier en España. No sé que era más atractivo, los tontos pandas o los 6 extranjeros... 
Ya al final del día fuimos al monasterio budista de 文殊院(Wenshu yuan). De nuevo ver todos los rituales que hay dentro, las estatuas, el ambiente que se vive es indescriptible. Al salir encontramos un barrio chino de película. Vendían muchas artesanías. Fue ahí donde compre los palillos que ven arriba. También logre conseguir una moneda mexicana. Quizás muchos no lo sepan, otros quizás sí, pero a finales del siglo XIX y principios del XX la moneda de cambio internacional no era el dólar ni la libra, era el peso mexicano. Mejor conocido como el dólar mexicano, la moneda era de plata pura, razón por la cual se utilizaba para hacer el intercambio de mercancías. Durante la misma época, recordaran, que China fue obligado a abrir sus puertas comerciales al Reino Unido, varios países europeos y no podían faltar los gabachos. Esta apertura trajo consigo que se utilizara el dólar mexicano, así que cuando vi que vendían monedas, como rayo se me vino a la mente el recuerdo que tengo de lo anterior y empecé a buscar, pensando que quizás no encuentre nada precisamente por su rareza.
Y para mi sorpresa ahí estaba esperándome un águila, sentada sobre un nopal devorándose a una serpiente, con la leyenda REPUBLICA MEXICANA. No saben la felicidad que le causo a mi yo geek encontrar tal cosa. Probablemente sea falsa, probablemente no sea plata, pero encontré un pedazo de mi tierra acá, historia pura en mis manos, un pequeño destello de luz que dice que mi país algún día fue grande y esta esperando a regresar . Y desde luego que va de regreso a casa, a donde pertenece.
Las últimas horas en 成都 no valen la pena repasar, tampoco el viaje de regreso, solo falta decir que tras el cansancio de 5 días y haber viajado con millones de personas: jamás viajen en periodos vacacionales chinos y si lo hacen prepárense DEMASIADO.
Saludos desde 西安。
PS: Otro emocionante descubrimiento fue encontrar en una librería mi libro favorito traducido al chino. 100 Años de Soledad. Lo tuve que comprar, para que te traduzcan al chino, es que en realidad eres grande Gabo. Saludos muy afectuosos a ti desde China.

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