domingo, 2 de junio de 2013

Huashan 华山.



Domingo 2 de junio del 2013.

El siguiente viaje que hicimos después de las dos semanas por el este chino, fue a una de las montañas más famosas de China: Huashan (华山).


El plan entero consistía en ir en la tarde y subir la montaña toda la noche para que estuviéramos en el pico oriental cuando saliera el sol. Este viaje estaba considerado para un grupo numeroso de personas, en total íbamos 10 personas.

El viaje se planeó para los primeros días de abril, gracias a que se celebraba 清明节(Qing Ming Jie o el día de muertos) y nos habían dado 4 días de descanso. Durante este festival los chinos acostumbrar ir a las tumbas de sus ancestros para honorarlos, además de que queman papeles en forma de billetes para porque piensan que los muertos aún necesitan cosas materiales para su estancia en la muerte (lo que me lleva a pensar que nunca he visto un cementerio aquí, ¿alguien ha ido a uno?).


En fin, nosotros decidimos ir a Huashan, debo decir que los chinos, por alguna extraña razón, aman escalar montañas. Lo aman tanto que hasta tienen una festividad especial para hacerlo (重阳节Chong Yan Jie). Entonces eso permite que las montañas estén todo el tiempo repletas de personas, caminos, alumbrado público, vendedores, restaurantes y demás infraestructura.

Habíamos preparado con anticipación nuestro viaje, compramos los boletos con bastantes días de anticipación y fuimos comprando viandas para el camino; además vendría nuestra amiga venezolana que habíamos conocido en Nanjing. El mismo día de partida nos encontramos con un clima bastante desalentador: lluvia todo el día y nieve en la noche. Dentro de la sala de espera para tomar el tren y gracias a que retrasaron por 3 horas la salida, decidimos que ese día, jueves, no iríamos y los pospondríamos para otra ocasión. La pregunta que nos hicimos todos fue: ¿para cuándo?


No podría pasar de esa semana, nuestra amiga venía de un viaje de 11 horas en tren solo para escalar la montaña, no podíamos dejarla colgada. Decidimos que por lo menos, ella, Ricardo y yo iríamos el sábado a primera hora, sin salida de sol ni nada por el estilo.

Un problema: el viernes era cumpleaños de uno de nuestros amigos del edificio y obviamente había fiesta. No podíamos faltar. Habíamos pensado que estaríamos máximo hasta la 12 de la noche para regresar y dormir lo suficiente... Grave error. Regresamos a las 6 de la mañana y teníamos que estar en la estación de autobuses a las 7.

Partimos muertos antes de llegar a Huashan. Nos encontramos con nuestra amiga para subirnos al camión directo a Huashan pero antes al mundo de los sueños, dos horas y cacho de dormir como piedras. llegando a Huashan tuvimos problemas para entender hacia dónde teníamos que ir, cómo comprar los boletos y hacia dónde iniciar la ruta hacia arriba.


Huashan está catalogada como una de las montañas más peligrosas del planeta, a mi no me pareció tal. En sí porque tenía escaleras y agarraderas (como todas las montañas importantes aquí en China), por lo que si te agarras bien y das pasos firmes no tiene porque pasar nada extraordinario. Incluso niños y viejos van a escalar sin mucho problema. También esta montaña cuenta con 5 picos, uno por cada punto cardinal y finalmente uno en medio.

Debido a nuestro cansancio decidimos subir hasta uno de los picos en teleférico (nos ahorramos en 10 minutos 4 horas de trayecto) y el resto del tiempo arriba nos alcanzo para conocer 3 picos, el Norte, el Centro y el Este. La montaña en su pico más bajo cuenta con 1800 metros de altura y el más alto con 2100. Las vistas arriba son muy bonitas, la gente siempre acá es demasiada, los puestos carísimos y el clima "agradable".


Ricardo y yo decidimos bajar a las 3 de la tarde ya que nos habían informado que el último camión de regreso a Xi´an salía a las 6 aproximadamente, dejamos a nuestra amiga seguir con su viaje. Llegando a la base de la montaña tuvimos que esperar más de media hora para que el camión saliera y nosotros nos perdiéramos de nuevo durmiendo.

Llegamos a los dormitorios a las 9 de la noche directo a bañarnos y dormir hasta la media tarde del domingo...

jueves, 30 de mayo de 2013

Viaje improvisado, pt. 5



Para ir a Shanghai tomamos el tren bala desde Hangzhou, este tren tuvo una velocidad máxima de 260 km/hr e hicimos una hora de trayecto entre amas estaciones. Yo en ese momento no me sentía demasiado bien, aún seguía teniendo una gripa terrible, sin embargo disfruté del viaje bastante. La velocidad no la sientes a excepción de cuando al lado pasa otro tren, ahí es cuando sientes vibraciones muy fuertes (tipo turbulencia). 


Llegamos a la terminal alrededor de las 2 pm, la terminal recibe gente de todos lados, ya que al mismo tiempo que es para el tren, lo es también para uno de los dos aeropuertos internacionales de esta ciudad, además de estar comunicada con camiones y metro.

Lo que hicimos fue tomar el metro hasta 南京路(Nan Jing Lu, una de las calles más famosas de Shanghai) donde muy cerca se encontraba nuestro hostal. Nos perdimos porque nunca supimos hacia dónde agarrar una vez que salimos del metro. 

Shanghai es una ciudad dividida por un río, donde del lado Este se encuentra el centro financiero de Shanghai. A esta zona se le conoce como el Bund, de noche es muy concurrido por su espectacular juego de luces de todos los edificios que ahí se encuentran. No está por demás decir que fuimos unas 5 veces a diferentes horas y en distintos climas.


Además esta ciudad es la más occidental que he encontrado en China; los edificios, la gente (tanto chinos con sus estilos occidentales y los miles de extranjeros que viven o pasean aquí), los restaurantes, el tráfico, la publicidad... En fin, es una ciudad digna del nombre de "Metrópoli".


También en Shanghai comimos desde cosas muy buenas hasta cosas prácticamente insalubres y costosas; la ciudad es cara pero si buscas lo suficiente puedes encontrar algo que se acomode a tu presupuesto si este es algo limitado. Tuvimos la "fortuna" de saber de un restaurante mexicano que por 60 kuais te daban una orden de 3 tacos al pastor (¡por fin!), sin embargo fuimos dos días seguidos y ¡los desgraciados habían decidido cerrar esa temporada! Nos tuvimos que conformar con fideos (muy buenos) y comida coreana.


Paseamos por la parte de la Concesión Francesa (a finales del siglo XIX varios países europeos se quedaron con puertos de la China imperial) y es hogar de uno de los barrios donde más dinero circula en todo el mundo y también inició el Partido Comunista Chino, también fuimos a la Ciudad Antigua, el Museo de Arte Contemporáneo (que estaba cerrado, pero pudimos entrar a otro con una exposición de artistas chinos). No pudimos ir al mercado de cosas piratas, al lado Este del río (conocido como 浦东区Pudongqu) ni subir la torre de la Perla, no solo por la falta de tiempo sino porque tampoco era de nuestro real interés ir a estos lugares.

En uno de los días que estuvimos en Shanghai fuimos a abastecernos de cosas occidentales tales como queso, yogurt, pan, bebidas que son difíciles de encontrar en Xi´an. También fuimos a saludar al cónsul mexicano, lo conocí en una etapa previa de mi vida (todo mamón yo =P).

Shanghai es una ciudad llena de vida, pero sin dudas no es China. La única diferencia, creo yo, entre Shanghai y otras ciudades importantes en el mundo es solamente la cantidad de chinos que habitan en esa ciudad.


Regresamos en avión muy temprano (7 am) a nuestra querida y apestosa Xi´an acabando así y de manera definitiva, las vacaciones de dos meses que teníamos. Regresamos justo para el inicio de clases el siguiente lunes (3 de marzo) y con la sorpresa de encontrar con vida de nuevo al dormitorio con gente traída de muchos lugares.

lunes, 20 de mayo de 2013

Viaje improvisado, pt. 4



Llegamos a las 9 de la noche a Hangzhou y como siempre sucede en las terminales de pasajeros, afuera te están esperando una flota de taxistas (que además se quieren aprovechar de tu condición de extranjero y el que no sabes chino). Nosotros hartos de esta situación caminamos hacia la estación de metro más cercana solo para darnos cuenta que ¡estaba cerrado ya! ¡llevaba media hora cerrado! No lo podíamos creer. 

Tuvimos que salir a encontrar un taxi, lejos de los buitres que nos acechaban en la terminal. De camino al hostal pudimos ver un poco de lo que se trataba Hangzhou, en parte a que llegamos a una terminal muy lejos de nuestro hostal. La primera impresión de esta ciudad era que nos encontrábamos ante una ciudad de dinero, dio la casualidad que pasamos frente a dos concesionarias de Ferrari y una de Porsche. Los restaurantes, bares y hoteles se veían de mucha mejor presentación de todo lo que habíamos visto antes. 


Nuestro hostal estaba prácticamente enfrente del Lago del Oeste (西湖 Xi hu) y rodeado de varias colinas ideales para recorrer en bicicleta... Esa misma noche lavamos la ropa que teníamos acumulada, a este punto del viaje ya llevábamos más de una semana viajando y no nos iba a aguantar toda la ropa hasta nuestro regreso a la universidad. Cenamos un platillo chino no muy bueno ahí mismo y nos quedamos a dormir para empezar el siguiente día desde temprano.

Nos levantamos decididos para rentar unas bicicletas y recorrer las colinas, sin embargo era complicado rentarlas (tienen un sistema parecido al de Ecobici) por lo que tuvimos que aventurarnos en los camiones. Pero primero pasamos a un punto de venta de boletos para tren para irnos a Shanghai en 2 días, nos habían dicho en el hostal que era muy sencillo y siempre había lugares, incluso lo más fácil era conseguir un boleto en el tren bala ya que era económico y bastante rápido. Y eso terminamos haciendo. Por primera vez nos subiríamos al tren bala (¡emoción!).


Agarramos el primer camión que veíamos que llegaría a algún lado y terminamos en algún lugar... Terminamos en la Universidad de Artes de Hangzhou, a este punto del camino sin nada en el estómago tuvimos que encontrar comida urgentemente, pero eso no sería problema estando a los alrededores de una universidad. 

Caminando por afuera de la universidad, uno se da cuenta de la diferencia del ambiente. Todo era muy diferente, se sentía no chino. En fin, comimos ahí en una pequeña fonda y regresamos el camino andado para entrar a una de las pagodas más bonitas que he visitado, la de las 6 armonías (六和塔Liu He Ta). 

Esta pagoda en particular tenía un ambiente muy tranquilo y soberbio: los jardines, los pozos y una pequeña montaña para caminar, te podías perder por ahí todo el día si quisieras. Pero nosotros no teníamos tanto tiempo, seguimos nuestro recorrido hacia el otro lado del lago solo para encontrar una tienda de víveres muy famosa y en la que nos dimos el gusto de comprar cosas que hacía mucho tiempo que no comíamos: yogurt, papas, una baguette y Ricardo se llevo la nota mamila con su agua Perrier de 20 kuais.

Acto seguido caminamos hacia la orilla del lago, comimos lo comprado y junto a decenas de chinos, vimos el atardecer. Después emprendimos camino hacia el hostal caminando mientras veíamos como poco a poco se iluminaba todo alrededor del lago. Sin duda fue una gran vista.
Para mi mala suerte, el clima estaba muy raro: Bajo el sol podía haber 17 grados pero en la sombra bajaba de 3 a 4 grados y había viento, por lo que sudabas y te enfriabas rápido, eso me afecto y terminé por enfermarme para el resto del viaje, cosa que sería perjudicial para conocer la vida nocturna como se debe.

En el segundo día desayunamos en el hostal y partimos hacia el templo Lingyin (灵隐寺). Este templo es de los más impresionantes a los que he ido, la cantidad de gente es de admirar y en general  la zona es muy bella. Tiene una pequeña colina para escalar, donde los caminos que tomes te llevan de paseo por buenas vistas , debajo de la colina hay unas grutas con imágenes de Buda y al lado está la pagoda. Inmensa.


Mucha gente encendiendo incienso y orando hacia los 4 puntos cardinales (en cada punto había un recinto), estatuas majestuosas y se podía respirar un ambiente mezclado entre misticismo con la idiosincrasia china.

Terminamos de visitar la pagoda, fuimos de regreso a comprar más baguette, queso y bebidas para comer en el lago; para este momento yo estaba" volando" en fiebre. Así que terminando la comida en el lago, me fui de regreso al hostal mientras Ricardo se perdió del otro lado (sí, literalmente se perdió). Esa noche fue de reposo para mí.


Al día siguiente nos levantamos a desayunar en el mismo hostal, estuvimos unos cuantas horas ahí, esperando la hora de irnos a la estación de trenes de la ciudad para partir hacia nuestra última parada del viaje: Shanghai.

martes, 14 de mayo de 2013

Viaje improvisado, pt. 3

Para V.


Salimos del hostal rumbo a la estación de trenes de Nanjing rumbo a Suzhou, el viaje duró 3 horas aproximadamente y debido a que compramos los boletos de última hora nos toco parados. Lo que valió la pena del trayecto fueron los escenarios por los que pasábamos, recuerden que había nevado hace dos días y toda la zona tenía nieve.  Llegamos a Suzhou sin contratiempos y listos para emprender nuevas caminatas por esta pequeña ciudad. 


Suzhou es conocida como la "Venecia de Oriente", debido a que tiene muchos canales que cruzan la ciudad (¿han visto Misión Imposible 4?). También es muy famosa por tener 4 de los jardines más bellos de toda China.

Nos hospedamos en medio de la ciudad vieja, donde están entrelazados los canales, se encuentran mercados, lugares de comida baratos y para moverte a los lugares importantes es buena opción tener una bicicleta y recorrer todos los puntos disponibles; pero para nuestra mala suerte las bicicletas del hostal estaban en pésimas condiciones y no pudimos hacer uso de ellas. Por lo que tuvimos que recorrer la ciudad en camión.


Suzhou también es una ciudad para salir con tu pareja ya que es pequeña, acogedora, y puedes hacer cosas bastantes enriquecedoras para tu apuntalar tu relación.
El primer día solo pudimos ver un jardín y comprar los boletos para un camión para ir a Hangzhou. En la noche cenamos con un chino que estaba en nuestro mismo cuarto y paseamos por los canales a pie.

El segundo y tercer día recorrimos la ciudad antigua (similar al primer cuadro de la Ciudad de México), vimos varios jardines y pagodas (para ser honestos, no comparto con mucho entusiasmo el pasear por tanto jardín como los chinos o Ricardo).


En las noches salíamos a bares a tomar unas cervezas, nos encontramos con una que otra bandera y billetes mexicanos, también pisamos de casualidad los terrenos que van más allá de la luz... Tomamos el crucero de noche. En realidad no es muy vistoso o especial, pero estás ahí y simplemente se tiene que hacer.

En Suzhou no conocimos a ningún hispanohablante, como era la regla hasta Nanjing, también durante nuestras últimas horas y mientras caminábamos escuchamos "La Macarena" en ¡chino!
Alrededor de las 6 de la tarde partimos hacía Hangzhou...