sábado, 11 de mayo de 2013

Viaje improvisado pt. 2



Después de 11 horas y muchas películas chinas RARAS (entre ellas dos de Jackie Chan 成龙), llegamos por fin a las maravillosas 3 de la mañana a la ciudad de Nanjing. Nosotros, dos mexicanos, en medio de la nada, en una ciudad desconocida y rodeados de puros chinos, nos dimos a la tarea de encontrar nuestro hostal. 


Llegamos en taxi a nuestro hostal que resultó estar dentro de un complejo habitacional, bastante difícil de ubicar para el taxista pero llegamos, ahí a las 4 de la mañana en Nanjing dormimos un rato para empezar la aventura por una de las ciudades con mayor historia de China.


Como buenos viajeros, estábamos dispuestos a todo no importando las inclemencias del tiempo, aún era febrero así que todo podía pasar, y vaya que pasó... Empezamos yendo al barrio viejo de Nanjing, en donde se encuentra uno de los Templos de Confucio, comí comida típica (mini cangrejos fritos), fuimos a un parque rodeado de un lago... todo esto bajo una lluvia imparable y un viento digno de recordarse. No había manera para no empaparse, pero lo mejor estaba por venir, ya había oscurecido y empezó a enfriar, lo que provocó granizo y lo que pronto se convirtió en aguanieve y que eventualmente nieve...


En menos de media hora estaba nevando fortísimo y nosotros ahí, en la calle, caminando. Llegamos a refugiarnos al hostal pasadas las 10 y cenar algo ahí. Mientras platicábamos Ricardo y yo vimos como varios chinos se acercaban a una chica de cabello rubio y le pedían que se sacara fotos con ellos, después ella desde lejos nos habló en ¡español! (¿Qué? ¿otra vez español en el viaje?). Resulta que es venezolana y estaba en Nanjing para estudiar un semestre. Quedamos en salir el siguiente día hacia la Montaña Púrpura, lugar dónde se encuentra el mausoleo de Sun Yat Sen.


La nevada continuó toda la noche y al día siguiente ¡estábamos en una ciudad (china) nevada! Pudimos jugar con nieve durante todo el trayecto, es realmente divertido. Fuimos a visitar el mausoleo, una pagoda y el resto del tiempo era chacolotear por ahí en la nieve. También fuimos al museo conmemorativo de la masacre de Nanjing, un lugar muy solemne que despierta muchos sentimientos sobre lo que significa la guerra y la crueldad. Además de un orgullo nacional frente a los japoneses que siempre se ha manifestado, a veces, de forma bastante violenta tanto en palabras como en actitudes.

Terminamos comiendo una hamburguesa y una pizza (por eso de que hace años que no lo hacíamos propiamente). Y de regreso al hostal pasamos por el fesitval de lámparas en una de las calles cercanas a nuestro cuarto cerca de la muralla de la ciudad; sin embargo, era ya un poco tarde por lo que no pudimos ver completamente la calle iluminada, pero sirvió para conocer un poco más las cualidades de mi cámara =P.

 Regresamos al hostal para descansar y preparar nuestras cosas porque al día siguiente nos esperaba Suzhou...

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